Durante casi cinco horas el procurador delegado a cargo de la investigación disciplinaria por el homicidio del estudiante de derecho Javier Ordóñez sustentó la decisión que llevó a la destitución e inhabilidad por 20 años para los patrulleros Harby Damián Rodríguez Díaz y Juan Camilo LLoreda Cubillos.

Durante la audiencia el funcionario del Ministerio Público mencionó los detalles de las mentiras en las que habrían incurrido los uniformados.

En concreto, el procurador se ocupó del informe que presentó el patrullero Rodríguez Díaz sobre los hechos registrados entre la noche del 8 y la madrugada del 9 de septiembre en el sector de Villaluz en el occidente de Bogotá.

El informe decía que estaban patrullando y que se dirigieron al lugar de los hechos porque recibieron un llamado para atender una riña entre 8 personas. Sin embargo, la investigación concluyó que en el lugar no había ese número de personas y que no había riña.

Dice el documento de Rodríguez Díaz que la víctima, antes de ser reducida, atacó al patrullero Lloreda y que sus acompañantes se fueron contra él (Rodríguez) cuando este intentó ayudar a Lloreda. Sin embargo los testimonios recogidos en la zona y los videos de seguridad que hacen parte de la investigación no dan crédito a esa versión.

En la versión inicial los uniformados no mencionaron que se realizó un disparo en medio de los hechos, pero en el juicio disciplinario Rodríguez reconoció que se hizo un disparo al piso supuestamente para disuadir a Ordoñez y sus amigos. En la necropsia de la víctima se hallaron rastros de partes de un proyectil de arma de fuego en su pierna derecha.

Así mismo, aunque Rodríguez nunca mencionó haber golpeado a Ordóñez, para la Procuraduría en los videos dentro del CAI de Villaluz se observa a Lloreda Cubillos golpeando “inmisericordemente con los pies y las manos a Javier Ordóñez, y Harby Damián Rodríguez Díaz está agachado, sosteniendo el cuerpo”. Incluso se señala que después Rodríguez le pegó una patada a la víctima.

De otro lado, entre lo que señaló Lloreda al entregar un video en el proceso disciplinario estaba que la misma víctima se golpeó en la cabeza él solo en varias ocasiones. Algo que también mencionó Rodíguez al decir que lo vieron golpearse contra la pared a él solo. Pero en el proceso el médico forense que hizo la autopsia a Ordóñez señaló que las lesiones que le ocasionaron la muerte a Ordóñez no pudieron ser autoinfligidas, sino producto de múltiples traumas contundentes hechos por terceros. Esas heridas fueron el estallido del riñón derecho y las lesiones del otro riñón, que ocasionaron una hemorragia interna severa.

Además, el patrullero Rodríguez Díaz llegó a decir que la víctima nunca estuvo bajo su custodia y los relatos y videos evidencian que participó de forma activa en el operativo en el que se cometieron los abusos que ocasionaron la muerte de Ordóñez.