Segundo amistoso entre las dos selecciones de mayores. El primer partido, que terminó 4-0 a favor de las norteamericanas, dejó entrever el abismo que hay entre un proceso y otro.
Las estadísticas del primer partido amistoso entre las selecciones femeninas de Estados Unidos y Colombia hablan por sí solas: las locales ganaron 4-0, con 22 remates, once de ellos al arco y un 64 % de posesión. El combinado nacional no hizo un solo remate en los noventa minutos de juego. Otro partido donde reafirmaron su superioridad, pues las norteamericanas han ganado seis de siete compromisos disputados y empataron el restante.
¿Así se quema a las jugadoras de nuestra liga, quienes están protagonizando un proceso que apenas inicia? El debate está abierto, pero lo cierto es eso, que el proceso del fútbol femenino en Colombia es corto, mientras que en Estados Unidos ya lleva casi tres décadas y si bien no podría tratarse de una meta para las nuestras, sí es un espejo en el cual se pueden mirar para seguir sus pasos y entender cuáles son los vacíos que deben llenar primero para que el torneo y la competitividad sean cada vez mejores y mayores.