El ciclista colombiano llegó a esta carrera en busca de figuración y terminar en un ‘top’ cinco era ideal, lo tuvo en las manos, pero no respondió en el final de la competencia.
Las últimas dos llegadas en alto del Tour le pasaron factura. El miércoles hacia Col du Porte perdió un minuto 49 segundos, en la subida hacia el Tourmalet cedió el paso, no se vio bien y minimizó las pérdidas.
Tras la fracción, el corredor del Education First quedó en la cuarta casilla y con una gran opción de seguir bajando, pues la jornada que quedaba era difícil.
Y este jueves no pudo con el fuerte ritmo que impuso el Ineos al frente del grupo líder y en meta dejó ocho minutos 58 segundos, perdiendo todos los ahorros que traía, pero el ciclismo es así.
Hoy, el pedalista de 34 años es décimo en la general y a 16 minutos 25 segundos de Tadej Pogacar, el monstruo y líder de la carrera. Urán se limitó a sacar fuerzas de donde no tenía y llegó a la última semana en busca de pescar en río revuelto, aguantando el paso, pero sus rivales fueron muchos más fuertes y las fuerzas se le acabaron.
Rigoberto Urán tuvo un arranque de año bueno, en busca de cumplir el objetivo del Tour de Francia, pero luego de terminar en la casilla 52 de la Vuelta a Cataluña, a finales de marzo, fue sorprendido cuando dio positivo al covid-19.
Se recuperó, tomó las cosas con calma y volvió a la bicicleta en busca de recuperar el tiempo perdido. Entrenó de la mejor manera y tratando de encontrar una buena condición.
Urán, en su octava ocasión en el Tour, es décimo y aspira a terminar en esa posición, tras sufrir como un condenado en la última semana.
Si queda en esa casilla, Urán firmará su cuarto ‘top’ 10, pues ya fue segundo en el 2017, séptimo en el 2019 y octavo en el 2020.