Graves impactos ambientales y socioeconómicos viene causando la temporada seca en Boyacá.
Actualmente, más de 38 muicipios están en alerta roja por la ocurrencia de incendios forestales y 35 poblaciones registran desabastecimiento de agua. A esto se suman las millonarias pérdidas económicas que vienen generando las heladas a los campesinos y ganaderos de la región.
Ante este panorama, el Consejo Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres emitió concepto favorable para que el gobernador Carlos Amaya estudie la posibilidad de declarar la calamidad pública en Boyacá y, de esta manera, desde la Gobernación se puedan emprender acciones contundentes que permitan mitigar las consecuencias que ha generado el fenómeno de El Niño en el departamento.
“Mañana anunciaremos la decisión. Les pido a los boyacense fe, fuerza y unidad para superar este momento tan difícil. Con la ayuda de Dios vamos a reponernos”, manifestó el gobernador.
El mandatario indicó, además, que solicitará ayuda al Gobierno nacional para la creación de un Centro Logístico Humanitario que permita atender las comunidades afectadas de Boyacá, Santander, Cundinamarca y Casanare.