El mejor corredor latinoamericano de la década, aún sin equipo, convoca una conferencia de prensa en la que el miércoles podría anunciar su retiro, según los medios de su país.
En San Juan, estos días de verano austral, pedalean las demás figuras de un ciclismo que hace tres o cuatro años era la envidia del mundo, ahora pena, y no encuentra compasión.
Se teme por el fututo de Superman Lòpez, tambièn rechazado por Europa por los mejores equipos y despedido del Astana porque la Guardia Civil les ha informado de que tienen pruebas de que se ha dopado y de que las autoridades antidopaje le abrirán expediente antes que tarde. Pedalea en la esperanza Egan Bernal, el único ciclista no europeo que ha ganado Giro y Tour, cuando se cumple un año de un choque con un autobús que le costó múltiples fracturas y hierros en el cuerpo; y Fernando Gaviria, el mejor sprinter del continente y hace nada el mejor del mundo, también habla de esperanza, de sonrisas, de volver a ser tras su fichaje con el Movistar.