Esfuerzos conjuntos de la anterior administración departamental y la actual hicieron posible, lo que hoy es la Nueva Licorera de Boyacá la cual llegó a su primer año.
La Nueva Licorera de Boyacá no ha parado y viene apoyando clústeres productivos, para que bebidas como el ron sean elaboradas con tafias y mieles de los cañicultores boyacenses y se pueda dinamizar este renglón de la economía en el Departamento.
Hace un año, los boyacenses celebraban el inicio de las actividades de la Nueva Licorera de Boyacá- NLB, un gran logro, que le permitió al Departamento retomar el manejo del monopolio de licores, luego de haber permanecido 16 años en manos de privados, recuperando así la confianza de los boyacenses en su industria y garantizando mayores transferencias y utilidades, para mejorar la calidad de vida de su gente.
Con tenacidad y ganas de seguir avanzando, comenzó un arduo trabajo para posicionar los productos de la naciente NLB, con el lanzamiento de la marca; la selección de un distribuidor exclusivo a través de convocatoria pública, el inicio de la producción y envasado de licores en la Planta El Jordán y un importante volumen de ventas al cierre del 2019.
“Nuestras primeras ventas nos permitieron entregar el año pasado 3.500 millones de pesos de utilidad, de los cuales hasta el 50% tiene participación la Gobernación de Boyacá. En este año de operaciones hemos transferido más de 16 mil millones de pesos al departamento, distribuidos en un 37% para el sector salud, 3% para el deporte y el 60% para el gobierno departamental”, indicó Sergio Tolosa, gerente General de la NLB.
Estas transferencias se dan en medio de un año atípico, por cuenta del Covid-19, que llevo a la NLB a reinventarse y actuar con determinación, dejando de producir por algunos meses licor, para centrar todo su capital humano y técnico en la producción de alcohol antiséptico y gel antibacterial.