A través de llamadas extorsivas cinco integrantes de una organización delincuencial, entre ellas un interno de la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, alcanzaron a robar $73 millones, en Boyacá, haciéndose pasar por la subversión, autoridades y falsos servicios.
Según los investigadores del Gaula de la Policía, los delincuentes nombraban a un familiar o conocido de las víctimas manifestándoles que estaban detenidos ya que lo habían encontrado en el automóvil de un amigo con un arma de fuego sin documentos, o que había atropellado a una señora en estado de embarazo y para omitir el procedimiento policial debían enviar diferentes sumas de dinero que oscilaban entre $100.000 y $5 millones.
La organización “la Sucursal” dentro de sus víctimas identificaban: comerciantes, profesionales, funcionarios públicos, empleados, conductores y amas de casa.
Por los delitos de extorsión, los capturados fueron cobijadas con medida de aseguramiento en centro carcelario del municipio de Sogamoso.
Entre tanto, en el Magdalena Medio, los transportadores estaban siendo víctima de otra organización delincuencial dedicada a la extorsión, en donde también, hacían parte dos presos de la cárcel de máxima seguridad de Cómbita.
“Los delitos imputados de concierto para delinquir, secuestro extorsivo, fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones y hurto calificado, “Franco” de 35 años capturado en el barrio Ciudad Bolívar en Barrancabermeja y “El Gato” de 52 años y “Primo” de 25 años (padre e hijo) fueron capturados en la localidad Rafael Uribe en la ciudad de Bogotá”, explicó.
Así mismo le fueron imputados cargos por estos mismos delitos mencionados a “Pili” y “Grillo” dos delincuentes que se encuentran recluidos en la cárcel de Combita Boyacá donde cumplen condenas por más de 40 años de prisión por los delitos de homicidio y secuestro.
“Este grupo delincuencial venía realizando extorsiones ofreciendo falsos servicios de transporte al gremio de transportadores en el Magdalena Medio que terminaban en secuestros los cuales eran coordinados desde este centro penitenciario, estos sujetos exigían sumas de $5 millones por secuestrado y a cambio de incinerar los vehículos de las víctimas.