Debido a un brote de violencia que se desbordó hasta la cancha, el partido que jugaban los ‘Gallos Blancos’ del Querétaro y los ‘Zorros’ del Atlas, por la novena jornada del torneo Clausura-2022 del fútbol mexicano en el estadio La Corregidora, en la ciudad de Querétaro (centro), fue suspendido. Aún no se conoce reporte oficial de muertos o heridos.
Se jugaba el minuto 63 del partido cuando en las tribunas comenzó un enfrentamiento a golpes entre seguidores de ambos clubes. Ante la incapacidad de resolver los hechos, los escasos elementos de seguridad del estadio abrieron los accesos a la cancha para que la gente pudiera ponerse a salvo con el juego en marcha.
Por la invasión, el juego se detuvo de inmediato, los futbolistas se dirigieron a la zona de vestidores y la cancha comenzó a llenarse de gente; algunas personas, entre ellas familias con niños, buscaban ponerse a salvo mientras otras llevaron la violencia al terreno de juego con más intercambios de golpes.
A un costado del campo el módulo del VAR fue vandalizado, el monitor quedó destruido.
Imágenes difundidas en redes sociales mostraban a personas en el suelo tras la trifulca.
Mikel Arriola, presidente ejecutivo de la Liga MX, lanzó por la red social Twitter un mensaje de rechazo a estos acontecimientos: “Se castigará ejemplarmente a los responsables por la ausencia de seguridad en el estadio. íLa seguridad de nuestros jugadores y afición es prioridad!”
Por su parte, el club Atlas exigió en un comunicado una investigación a las autoridades y a la liga “determinando responsabilidades a quienes resulten involucrados y se aplique toda la fuerza de la ley”.
El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, dijo en Twitter que “la empresa propietaria de Gallos e instituciones deberán responder por los hechos”. “He dado instrucciones para que se aplique la ley con todas sus consecuencias”, agregó.